lunes, 30 de diciembre de 2013

EL ASNO SILVESTRE

Viendo un asno que vivía libremente en las selvas, que otro de sus compañeros pacía en una heredad, se acercó a él y le dijo que era muy dichoso teniendo pasto abundante y seguro el albergue; pero viendo al poco rato cómo le cargaban y le arreaban los mozos con la vara, dijo:

___Seguramente no te tendré por feliz de aquí en adelante, pues veo que tu aparente felicidad bien cara te cuesta.




"No debemos envidiar los bienes que traen consigo miserias y peligros".













EL LEÓN, EL TORO Y EL CHIVO

Huyendo un toro de un león que le perseguía, llegó a una cueva en que vivía un chivo, y oponiéndose éste con sus cuernos a que entrara, siguió el toro adelante sin hacerle caso y diciendo:

___Te perdono esta injuria, pero, sabe que no es a ti a quien temo, sino al león que me sigue, pues de otro modo ya te enseñaría lo peligroso que es pelear conmigo.




"Al desgraciado no se le debe agravar su desgracia".










EL CALDERO Y LA OLLA

Un río arrastraba en la corriente dos ollas, la una de cobre, la otra de barro. No era igual el movimiento de las dos, porque la de barro iba delante por ser más ligera, y la de cobre se quedaba detrás por ser más pesada. Decía éstas, sin embargo, a la otra, que la esperase un poco para tener el gusto de ir juntas, y que no temiese, pues no le haría daño alguno; pero la de barro contestó que si bien agradecía sus buenos deseos, no quería detenerse, porque el movimiento de las aguas las podía hacer chocar, y como más débil se haría mil pedazos.



"No conviene tener por compañeros a los más fuertes, pues éstos pueden hacer daño, pero no recibirlo".






EL GALLO Y LA MARCASITA

Revolviendo cierto gallo el basurero, se encontró una piedra preciosa, y viéndola en sitio tan inmundo, le dijo:

___¿Cómo estás así entre el estiércol? si te hubiese hallado algún platero se habría alegrado sobremanera y te hubiera devuelto el brillo; pero yo en balde te encuentro, porque de nada me sirves



"Así son la ciencia y la sabiduría para los necios e ignorantes: en nada las estiman".









EL QUE PROMETE IMPOSIBLES

Cierto hombre pobre que estaba casi muriéndose ofreció a los dioses que si le curaban les haría un sacrificio de cien bueyes. Admirada su mujer al oír semejante oferta, le preguntó de dónde pensaba sacar tan grandioso regalo, si recobraba la salud.

___¿Piensas tú, acaso -respondió el enfermo-, que si yo me levanto de la cama, vendrán los dioses a pedírmelo?



"Muchos son los que ofrecen con facilidad lo que saben no podrán cumplir".






LA COMADREJA Y LOS RATONES

Débil por la vejez y los achaques, una comadreja no podía dar caza a los ratones, por lo que se puso a acecharlos desde un montón de harina. Llegó descuidado un ratón, y sorprendido en el acto, pagó con la vida su distracción. Pereció enseguida otro del mismo modo, y aún siguieron diversas víctimas, pero llegando un ratón muy experimentado, que se había escapado diversas veces de trampas y ratoneras, conoció el ardid de la comadreja, y dijo: "Por mi vida, que aunque estés empolvada y cubierta de harina, te he de conocer siempre".



"Preciso es estar siempre advertidos para no caer en los lazos del enemigo. A veces lo que no se logra con la fuerza se adquiere con el ingenio". 




EL MERCADER Y EL ASNO

Un mercader que iba a la feria con su asno muy cargado, le pegaba a cada momento con la vara para que llegase más pronto, tanto era el afán que tenía para vender sus mercancías. No pudiendo el asno caminar más deprisa, y viéndose castigado tan sin razón, se condolía interiormente de su suerte, y deseaba la muerte, pensando que después de muerto tendría al menos tranquilidad y sosiego. Tanto fue su cansancio que al fin murió, pero aun después de muerto no le dejaron quieto, porque el mercader le desolló enseguida, y empleó su cuero en hacer panderos.


"Ninguno debe desear la muerte para salir de los trabajos en que vive".




LA SERPIENTE Y LA LIMA

Entrando la serpiente en casa de un herrero comenzó a raer una lima que encontró, creyendo que sería cosa que pudiese comerse. Viendo su tontería, dijo la lima

___¡Qué necia eres! ¿No ves que tus dientes no pueden romper aquello que deshace al mismo hierro?



"Necedad grande es que los hombres débiles intenten reñir con los que son más fuertes y poderosos".




  LO SIENTO. Hace muchos años cuando creí que era "totalmente iluminado" y "más allá del ego" (¿entiendes el chiste?) Yo...