domingo, 2 de octubre de 2011

EN LUCHA CON TU AYUDA VENCERÉ




DEFENSOR EN LA LUCHA


Mi piel arde de tentaciones y se calcinan
mis pensamientos en el deseo de devorar
almas extraviadas, y siento una pesadilla
tan real como el infierno.

Me pregunto: ¿Por qué tengo tanta maldad?
Y mis gritos atroces por despertar pronto
no logran que deje de ver estas visiones.

Me desconozco en ese placer de tragar a los
caídos y apetecer mas hasta irlos a buscar.

Trastornados mis sentimientos busco
una explicación al hambre de erradicar
a los que en mi camino dejaron amarguras,
violentaron mi espacio y turbaron mi paz
hasta olvidarme del amor.

Sé que no es mi sentir real y las pesadillas
constantes me hicieron comprender
el no ir en contra de mi voluntad.

En cada Alteración infernal de pesadillas
llegaste a calmar mi resarcimiento y a
fortalecer a un mas a mi espíritu.

Mis manos están limpias y mis sueños
ahora son inspiración de percibir la vida
en mejoras para dar sentido a mi existir.

A los malvados he visto caer de sus
castillos de cristal y oro, son tirados en sus
tinieblas viviendo en  riña unos contra otros,
tragando sus carnes y mancillándose.

No hay quien contra mí en el Amor Infinito
en Dios, que por su hijo Jesús mi vida esta
en gloria de bienaventuranza.

San Miguel Arcángel defensor en la lucha
y embajador de Dios veo a mis enemigos
caer y descubriendo su perversión más no
logran su cometido de tentar mi alma
porque tengo tu protección y en la lucha
contra la maldad con tu ayuda venceré.


Gp


DEFENSOR EN LA LUCHA




San Miguel Arcángel

Aniversario 29 de Septiembre



Miguel significa en hebreo '¿Quién es como Dios?'. San Miguel es uno de los principales ángeles; su nombre era el grito de guerra de los ángeles buenos en la batalla emprendida en el cielo en contra del enemigo y sus seguidores. Su nombre se encuentra cuatro veces en la Escritura:

Daniel 10, 13 ss., Gabriel le dice a Daniel, cuando éste le pide a Dios que permita a los judíos volver a Jerusalén: 'El príncipe del reino de Persia me ha hecho resistencia durante veintiún días, pero Miguel, uno de los Primeros Príncipes, ha venido en mi ayuda';

Daniel 12, 1el Ángel hablando del fin del mundo y del Anticristo dice: 'En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran Príncipe que defiende a los hijos de tu pueblo.'

En la Epístola Católica de San Judas 1, 9: 'En cambio el arcángel Miguel, cuando altercaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés, no se atrevió a pronunciar contra él juicio injurioso, sino que dijo: 'Que te castigue el Señor'.' San Judas alude a la antigua tradición judía de una disputa entre San Miguel y Satán sobre el cuerpo de Moisés, lo cual también se puede encontrar en el libro apócrifo de la asunción de Moisés (Origen, 'De principiis', III, 2, 2). San Miguel concilió la tumba de Moisés; sin embargo Satanás al destaparla, trató de seducir al pueblo judío al pecado de la adoración heroica. San Miguel también resguarda el cuerpo de Eva, de acuerdo a la 'Revelación de Moisés' ('Evangelios Apócrifos', etc., ed. A. Walker, Edinburgh, p.647).

Apocalipsis 12, 7, 'Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con el Dragón.' San Juan habla del gran conflicto al final de los tiempos, que refleja también la batalla en el cielo al principio de los tiempos. De acuerdo a los Padres existe frecuentemente controversia de San Miguel en la Escritura donde no se menciona su nombre. Dicen que era el querubín que estuvo en la puerta del paraíso, 'para guardar el camino del árbol de la vida' (Gen 3, 24), el ángel a través de quien Dios publicó el Decálogo para su pueblo escogido, el ángel que se puso en el camino para estorbarle a Balaam (Números 22, 22 ss.), el ángel que hirió al ejército de Senaquerib (II Rey 19, 35).

Según estos pasajes de la Escritura, la tradición cristiana le da a San Miguel cuatro oficios: Pelear en contra de Satanás. Rescatar a las almas de los fieles del poder del enemigo, especialmente a la hora de la muerte. Ser el defensor del pueblo de Dios, los judíos en la Antigua Ley y los cristianos en el Nuevo Testamento, por tanto es patrono de la Iglesia y de las órdenes de caballeros durante la Edad Media.

Llamar de la tierra y traer las almas de los hombres a juicio ('signifer S. Michael repraesentet eas in lucam sanctam', Offert. Miss Defunct. 'Constituit eum principem super animas suscipiendas', Antiph. off.Cf. 'Hermas', Pastor, I, 3, Simil. VIII, 3).

Considerando su rango en la jerarquía celestial las opiniones varían; San Basilio (Hom. de angelis) y otros Padres Griegos, también Salmeron, Bellarmine, etc., ubican a San Miguel sobre todos los ángeles; dicen que se le llama 'arcángel' porque es el príncipe de los demás ángeles; otros (cf. P. Buenaventura, op. cit.) creen que es el príncipe de los serafines, la primera de los nueve órdenes angélicos. Pero, de acuerdo a Santo Tomás (Summa, I:113:3) él es el príncipe del último coro y el más bajo, los ángeles. La liturgia romana parece seguir a los Padres Griego; lo llama 'Princeps militiae coelestis quem honorificant angelorum cives'. El himno del Breviario Mozarábigo ubica a San Miguel incluso sobre los veinticuatro mayores. La liturgia griega lo llama Archistrategos, 'general más alto ' (cf. Menaea, 8 Nov. and 6 Sept.).

Veneración

Hubiera sido natural para San Miguel, defensor del pueblo judío, ser defensor de los cristianos, dándoles la victoria en contra de sus enemigos. Sin embargo, los primeros cristianos reconocieron a algunos mártires como sus jefes militares: San Jorge, San Teodoro, San Demetrio, San Sergio, San Procopio, santo Mercurio, etc; pero a San Miguel le dieron el cuidado de sus enfermos. En Frygia, el lugar donde fue venerado por primera vez, su prestigio como sanador angelical obscureció su interposición en asuntos militares. Fue desde los primeros tiempos, el centro del verdadero culto de los santos ángeles. La tradición relata que en los primeros tiempos, San Miguel hizo una aparición medicinal en Chairotopa, cerca de Coloseo, donde todos los enfermos que bañaron ahí, invocando a la Santísima Trinidad y a San Miguel fueron curados.

Más famosas aún son las apariciones que se dice San Miguel realizó en la roca del Coloseo (Chonae, los actuales Khonas, en el Laico). Los paganos dirigieron una corriente en contra del santuario de San Miguel para destruirlo, pero el arcángel separó la roca con un trueno, para darle un nuevo curso a la corriente, y santificó para siempre las aguas que venían del cañón. Los Griegos afirman que esta aparición tuvo lugar a mediados del siglo primero, y celebran una fiesta en conmemoración de esto el 6 de setiembre (Analecta Bolland., VIII, 285-328).

También en Pythia en Bithynia y en todas partes de Asia, las ardientes apariciones eran dedicadas a San Miguel. De la misma manera en Constantinopla, san Miguel era considerado el gran médico celestial. Su santuario principal, el Michaelion, estaba en Sosthenion, casi 50 millas al sur de Constantinopla; ahí se dice que le arcángel se le apareció al Emperador Constantino. Los enfermos dormían en las noche en esta iglesia, esperando una manifestación de San Miguel; su festividad se mantenía ahí el 9 de junio. Otra famosa iglesia estaba entre los muros de la ciudad, en lo baños termales del Emperador Arcadius; ahí la festividad del arcángel era celebrada el 8 de noviembre. Esta fiesta se propago sobre toda la Iglesia Griega, y las Iglesias Siria, Armenia y Cóptica también la adoptaron; ahora es la principal fiesta de San Miguel en el Oriente. Se puede haber originado en Frygia, pero su punto de marca en Constantinopla fue la Thermae de Arcadius (Martinov, 'Annus Graeco-slavicus', 8 nov.). Otras fiestas de San Miguel en Constantinopla eran: 27 de octubre, en la iglesia 'Promotu'; 18 de junio, en la iglesia de San Julián, en el Foro; y el 10 de diciembre en Athae.

Los Cristianos de Egipto, pusieron al río que les daba la vida, el Nilo, bajo la protección de San Miguel; adoptaron la fiesta Griega y la pusieron el 12 de noviembre; el día 12 de cada mes, celebraban una conmemoración especial del arcángel, pero el 12 de junio, cuando el río comenzaba a crecer, lo guardaban como feriado de obligación de la fiesta de San Miguel 'por la crecida del Nilo', euche eis ten symmetron anabasin ton potamion hydaton.

En Roma, el Sacramentario Leonino (siglo sexto) tiene el 'Natale Basilicae Angeli via Salaria', 30 de setiembre; de las cinco Misas para la celebración, tres mencionan a San Miguel. El Sacramentario Gelasiano (siglo sétimo) da la fiesta 'S. Michaelis Archangeli', y el Sacramentario Gregoriano (siglo octavo), 'Dedicatio Basilionis S. Angeli Michaelis', 29 de setiembre. Un manuscrito añade 'via salaria' (Ebner, 'Miss. Rom. Iter Italicum', 127). Esta iglesia de la Via Salaria estaba a seis millas al norte de la ciudad; en el siglo noveno fue llamada Basilica Archangeli in Septimo (Armellini, 'Chiese di Roma', p. 85). Desapareció hace 200 años. En Roma también se le dio a San Miguel la parte de médico celestial. De acuerdo a una leyenda ¿apócrifa? Del siglo décimo, él se apareció sobre los Moles Hadriani (Castel di S. Angelo), en el 950, durante la procesión que sostuvo San Gregorio en contra de la pestilencia, poniéndole fin a la plaga. Bonifacio IV (608-15) construyó en los Moles Hadriani en honor a él una iglesia, que estaba estilada St. Michaelis inter nubes (in summitate circi).

Bien conocida es la aparición de San Miguel (a. 494 o 530-40), como se relata en el Brevario Romano, el 8 de mayo, en su santuario en el Monte Gargano, donde le fue restaurada su gloria original como patrono de la guerra. Los Lombardos de Sipontum (Manfredonia) le atribuyen su victoria sobre los Griegos Napolitanos, el 8 de mayo del 663, a su intercesión. En conmemoración de esta victoria la iglesia de Sipontum instituyó una fiesta especial en honor del arcángel, el 8 de mayo, que se ha esparcido sobre toda la Iglesia Latina, y ahora es llamada (desde el tiempo de Pío V) 'Apparitio S. Michaelis', sin embargo originalmente no conmemoraba la aparición sino la victoria.

En Normandía San Miguel es considerado patrón de los marineros en su famoso santuario de Mont-Saint-Michel, en la diócesis de Coutances. Se dice que apareció ahí en el año 708, a San Auberto, Obispo de Avranches. En Normandía su festividad 'S. Michaelis en periculo maris' o 'en Monte Tumba', fue celebrada universalmente el 18 de octubre, el aniversario de la dedicación de la primera iglesia, 16 de octubre del 710; la fiesta luego se confinó a la Diócesis de Coutances. En Alemania, luego de su evangelización, San Miguel reemplazó para los Cristianos al dios pagano Wotan, a quien se santificaron muchas montañas, por ende las numerosas capillas de San Miguel en toda Alemania.

Los himnos del Oficio Romano, se dicen fueron compuestos por San Rabanus Maurus de Fulda (d. 856). En el arte San Miguel es representado como un ángel guerrero, armado con un casco, espada y armadura (frecuentemente la armadura presenta la inscripción Latina: Quis ut deus), parado sobre el dragón, a quien a veces clava con una lanza. También sostiene un par de balanzas en donde pesa las almas de los desviados (cf. Rock, 'La Iglesia de Nuestros Padres', III, 160), o el libro de la vida, para mostrar que el toma parte en el juicio. Su fiesta (29 de setiembre), en la Edad Media era celebrada como un feriado obligado, pero junto con otras fiestas fue gradualmente abolida durante el siglo dieciocho (ver FIESTAS).

El Día de Michaelmas, en Inglaterra y en otros países, es uno de los cuartos días regulares para el ajustamiento de rentas y cuentas; pero ya no es remarcada por la hospitalidad con la que era originalmente celebrada.

Muchas familias tenían una vestimenta para el Día de Michaelmas. En algunas parroquias (Isle de Skye) tenían una procesión en este día y preparaban un pastel, llamado la hogaza de San Miguel.



Por P. Miguel Ángel Fuentes, I.V.E.

Tomado de:

The Catholic Encyclopedia, Volume I
Copyright (c) 1907 by Robert Appleton Company
Online Edition Copyright (c) 1999 by Kevin Knight
La Enciclopedia Católica Copyright (c) 2000 ACI-PRENSA
Nihil Obstat, March 1, 1907. Remy Lafort, S.T.D., Censor Imprimatur +John Cardinal Farley, Archbishop of New York




Oración original a San Miguel para ser realizada sosteniendo un crucifijo en alto



(“Levanta el Crucifijo y reza esta oración con la señal de la cruz. Has esto en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Tú vencerás… Reza esta oración todos lo días, ya que la batalla es enorme…”)

Oh Glorioso príncipe de la Hueste Celestial, San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla y en el terrible combate que estamos librando contra los principados y Potestades del aire, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, en contra de todos los Espíritus del Mal. Ven en ayuda del hombre, a quien Dios Todopoderoso creó inmortal, hecho en ayuda del hombre, a quien Dios Todopoderoso creó inmortal, hecho a su imagen y semejanza, y redimido por un gran precio, de la tiranía de Satanás.

Pelea en este día la batalla del Señor, junto con los santos ángeles, igual que combatiste al líder de los orgullosos ángeles, Lucifer, y a su hueste apóstata, quienes no tuvieron poder para resistirte y tampoco hubo ya lugar para ellos en el cielo. Esa cruel serpiente antigua, llamada el diablo o Satanás, que seduce al mundo entero, fue arrojada al abismo junto con sus ángeles. Mira, este enemigo primitivo y asesino del hombre ha tomado fuerza. Transformado en un ángel de luz, anda alrededor del mundo con una multitud de espíritus perversos, invadiendo la tierra para borrar el nombre de Dios y de Jesucristo, apoderarse, asesinar y arrojar a la eterna perdición de las almas destinadas a la corona de la gloria eterna. Este malvado dragón vierte, como la inundación más impura, el veneno de su malicia en los hombres de mente depravada y corrupto corazón; el espíritu de mentira de impiedad, de blasfemia, y de aire pestilente de impureza, y de todo vicio e iniquidad.

Estos astutos enemigos han llenado y embriagado con hiel y amargura esta Iglesia, la esposa del Inmaculado Cordero, y han puesto sus manos impías en sus más sagradas posesiones. En el Santo Lugar, en donde la sede de San Pedro y el asiento de la verdad han sido colocados como la luz del mundo, ellos han levantado el trono de su abominable impiedad, con el designio inicuo de que cuando el Pastor sea herido, también las ovejas pueden ser heridas.

Entonces levántate, oh Príncipe invencible, dale ayuda al pueblo de Dios en contra de los ataques de los espíritus perdidos. Dale la victoria al pueblo de Dios: Ellos te veneran como su protector y patrón; en ti la gloriosa Iglesia se regocija con tu defensa contra el maligno poder del infierno; a ti te ha confiado Dios las almas de los hombres para ser establecida en bienaventuranzas celestiales. Ora al Dios de la paz, para que ponga a Satanás bajo nuestros píes, derrotado para que no pueda más mantener al hombre en cautiverio y lastimar a la Iglesia. Ofrece nuestras oraciones a la vista del Altísimo, para que pronto pueda encontrar misericordia a los ojos del señor; y venciendo al dragón la antigua serpiente que es el diablo y Satanás, tú nuevamente lo pongas cautivo en al abismo, para que no pueda ya más seducir a las naciones.

Amén.

L: Miren la Cruz del Señor; y sean dispersos los poderes enemigos.
R: El León de la tribu de Judá ha conquistado la raíz de David.
L: Qué tu misericordia esté sobre nosotros, oh Señor.
R: Así como hemos tenido esperanza en Ti.
L: Oh Señor, escucha nuestra oración.
R: Y deja que mi llanto llegue a Ti.
L: Oremos



Oh Dios, Padre nuestro, señor Jesucristo, invocamos a tu Santo Nombre, y suplicantes imploramos tu clemencia, para que por la intercesión de la siempre Virgen María, Inmaculada Madre nuestra, y por el glorioso San Miguel Arcángel, Tú te dignes ayudarnos contra Satanás y todos los demás espíritus inmundos, que andan por el mundo para hacer daño a la raza humana y para arruinar a las almas.

Amén.

Fuente: Libro de la Devoción a la preciosa sangre de Nuestro Señor Jesucristo.





San Miguel Arcángel: el retiro de Juan de Palafox
Puebla, Pue. La parroquia de San Miguel del Milagro en Nativitas Tlaxcala, fue considerada como el refugio por el ahora beato Juan de Palafox y Mendoza.

A 100 años de la aparición mariana en el cerro del Tepeyac y a unos kilómetros de la ciudad de Puebla, en tres ocasiones apareció el príncipe de la milicia celestial a un natural.
“Cuando Diego Lázaro se viene a vivir a este lugar nos encontramos en medio de una barranca y una ermita que él mismo construyó para estar al servicio de los enfermos que buscan algún remedio y que por su devoción se viene a vivir a este lugar”, señaló Sergio Pérez Hernández, párroco San Miguel del Milagro.
El arcángel Miguel le pidió al indio Diego Lázaro que dedicara su vida a curar a los enfermos haciéndose del agua que hizo brotar en un manantial.
El lugar llamó la atención del obispo Juan de Palafox y Mendoza, 9 años después acreditadas las apariciones, inició la edificación del santuario del pocito.
En la actualidad, el pozo de agua forma parte de una estructura que incluye las recámaras de Palafox con vista hacia la parroquia, un camerino detrás del altar donde se encuentran las imágenes de los 7 arcángeles más conocidos de la biblia y un salón de ex votos donde los fieles llegan a hacer sus peticiones y favores.
“La gente en su necesidad busca una seguridad, un refugio, una protección y aquí en San Miguel mencionaba la capilla de ex votos con estas ofrendas o reliquias que la gente hace para ponerla a la sobra, bajo la protección del príncipe San Miguel”, señaló Sergio Pérez Hernández, párroco.
¿Qué vio el obispo Juan de Palafox y Mendoza en una comunidad enclavada en un cerro a 30 kilómetros de los asuntos políticos que le confirió la corona? el encuentro con Dios. “Precisamente en el silencio, en la distancia, en el dejar al mundo para encontrar el remanso que le dé fortaleza para volver a la habitual actividad”, comentó el párroco.
Por la importancia de este santuario para Juan de Palafox y Mendoza, sus restos se veneran en esta pequeña comunidad con menos de mil habitantes, sobre el camino que lleva a la zona arqueológica de Cacaxtla, en el estado de Tlaxcala.
Por Ireri Herrera

  LO SIENTO. Hace muchos años cuando creí que era "totalmente iluminado" y "más allá del ego" (¿entiendes el chiste?) Yo...