DESPUÉS DE LA RESURECIÓN
No seas más incrédulo, sino ¡cree!
Yo sé de dónde he venido, y a donde iré; pero ustedes no pueden decir de donde he venido, ni a dónde voy. Ustedes son de la tierra. Yo soy de arriba. Ustedes son de este mundo. Yo no soy de este mundo.
Nadie ha ascendido al cielo, excepto aquel que vino del cielo, el Hijo de Dios que está en el cielo.
Vé y di a mis hermanos que ascenderé a mi Padre y a su Padre; y a mi Dios, y a su Dios.
¿Por qué se turban y en sus mentes surgen dudas? Tengan paz.
Miren mis manos y mis pies, que yo mismo soy: tóquenme y vean; pues un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo.
Porque me han visto, creen. Benditos son los que no me han visto y creen.
Dentro de poco el mundo no me verá más, pero mi presencia quedará con ustedes; y porque yo vivo, ustedes también vivirán.
1996, R. L. Cantaleon
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